El mejor momento para congelar la fruta es cuando están óptimas para el consumo. En general todas las frutas son congelables, aunque las mejores son las frescas y sanas. Si están golpeadas o con marcas, lo mejor es cocinarlas y guardarlas en compotas o puré, para evitar la oxidación, como el caso de los membrillos o las manzanas, otras tienen que ser reducidas a puré como los plátanos, para evitar que se pongan negros.
Las frutas pueden congelarse enteras, cortadas, en puré, almíbar, etc. Podemos congelarlas en la forma natural que las compramos, espolvoreando con azúcar las frutas o al jugo elaborando un almíbar e introduciendo la fruta en el líquido dulce.
Para proteger los alimentos que va a congelar envuélvalos para que no pierdan la humedad, conserven su valor y sabor, los materiales herméticos son buenos pues previenen la evaporación como frascos de boca ancha, recipientes plásticos, bolsas de plástico dentro de envases de cartón o bolsas plásticas que cierren herméticamente.
Algunos consejos para la congelación y conservación de frutas:
Ananá. Pelar, cortar en rodajas y espolvorear con azúcar.
Bananas. Almacenar peladas, enteras o en trozos, rociadas con jugo de limón.
Manzanas. Pelar, cortar en cuarto y bañar con jugo de limón. Seis meses de almacenamiento.
Manzanas cocidas. Hacer puré, agregar azúcar. Puede guardarlo un año para postre.
Frutillas o higos. Con o sin azúcar. Primer paso precongelar en bandeja y cuando están duras, embolsar. Además se pueden congelar en almíbar. Duración doce meses.
Melón. Pelar, cortar en pedazos y rociar con jugo de limón. Duración seis meses.
Duraznos. Enteros o sin carozos, en el caso de estar descarozados, guardar con las mitades encimadas. Se pueden conservar también en compota. Duración entre seis a ocho meses.
Cerezas conservarlas en almíbar llegan a un año de almacenamiento.
Mango: Seleccionar mangos no muy blandos, cortar en cubitos y rociar con azúcar
Descongelar las frutas a temperatura ambiente demorará alrededor de 4 horas, y en la heladera unas 8 horas la cual es más recomendable. Puede acelerarse el proceso colocando el envase bajo el chorro de agua. La fruta congelada suele perder su textura natural, lo que provocará que al descongelarla se vuelvan ideales para producir dulces, compotas o salsas.