Conservar el pescado es algo que se puede hacer siguiendo un proceso muy sencillo de congelado y descongelado que ayudará a preservar sus nutrientes y el delicioso sabor que posee, además de tener en cuenta que pueda entrar en descomposición muy rápidamente si es que se rompe la cadena de frío.
Al momento de congelar:
– Consúmalo inmediatamente si es que no lo congelará.
– Asegúrese que el pescado esté fresco, y si es que lo compró entero, fíjese que la textura de la carne sea firme y que los ojos estén salientes.
– Límpielo muy bien, guárdelo en un envase o bolsa hermética dentro del congelador.
– La duración del pescado blanco como lo son el bacalao, el lenguado, la lubina, la merluza, etc., será de tres meses. En el caso del pescado azul como las sardinas, truchas, atún, palometa, salmón, etc., su duración es de dos meses a causa de la grasa que contienen.
– Si la receta será de filetes, córtelos antes de congelarlos.
– En el caso de los mariscos, puede ser conservados hasta tres meses.
– Evite congelar las almejas o mejillones pues éstos se arruinan al descongelarse.
– No vuelva a congelar pescado ya congelado previamente.
Al momento del descongelado:
– Deje que el descongelado ocurra naturalmente, aproximadamente unas tres horas, poniéndolo en la heladera, evitando exponerlo a temperatura de ambiente.
– En el caso de que la cocción del pescado vaya ser en agua hirviendo, puede ponerlo en el agua sin necesidad de descongelarlo previamente.