Algunas técnicas sencillas para copiar llaves son las siguientes:
Molde con porcelana fría, se utiliza una masilla de moldear que al secarse conserve exactamente la forma de la impresión, para lo cual se amasa bien una bola de porcelana fría, que luego se aplana unos cinco milímetros, sobre la que se presionará la llave en el centro misma de la masilla, señalando cada cara de la llave y dejar que se seque. Puede utilizar ese molde para crear otro molde cuando ya esté seco.
Molde con masilla, recurrir a una masilla de dos componentes, de la que se utiliza en reparaciones. Amasar ambos componentes creando una base para el molde, luego presionar la llave, ambos lados en el centro de la masilla, dejando secar pudiendo también el horno o secador para cabello acelerar el proceso de secado, luego crear la llave con porcelana fría o con estaño derretido, colocándolo en una lata y llevándolo al calor, lo que el cerrajero utilizará para crear la nueva llave.
Molde con jabón, puede utilizar un jabón de tocador. Dar un poco de calor, con una secadora de cabellos, para ablandar la superficie. Colocar la llave al centro y dar unos golpes suaves para plasmar sus formas. De nuevo, crear un molde para cada cara de la llave, para capturar y copiar las formas de sus canaletas.
Luego de crear el molde con porcelana fría, masilla para artesanos, masilla de dos componentes, o simplemente jabón, lleve el molde al cerrajero para que elabore su llave.
En el caso de una llave plana sin canaletas, sólo una impresión de uno de los lados podrá copiar efectivamente las protuberancias.