Cómo curar un mate

Para evitar que un mate se resquebraje cuando es nuevo será necesario curarlo, siguiendo una técnica sencilla cada vez que vayamos a estrenar uno. Los mates pueden ser de calabaza, alpaca, madera, plata, hueso, caña, plástico, metal, vidrio, loza, etc. Cuando curamos un mate, evitaremos las rajaduras, también la formación de moho y malos olores.

Algunos pueden ser curados, pero no todos. Los que deben pasar por este procedimiento son especialmente aquellos hechos de madera o de calabaza. Los demás mates hechos de otros materiales sólo deberán ser lavados antes de ser utilizados.

El curado del mate de acuerdo al uso

Si se utiliza el mate para una infusión dulce, primeramente humedezca el interior con un poco de agua del grifo, vertiendo en el una cuchara de azúcar, tapar la abertura para agitar con energía de modo a que toda la superficie interior se impregne con el azújar, dejándolo reposar hasta que está absolutamente seco. Luebo enguaje con agua caliente no hervida, colocar en el yerba humedecida, dejándola nuevamente reposar por un día. Al día siguiente lávela bien y úsela normalmente.

Si lo utiliza para mates amargos, lavarlo con agua caliente, llenarlo con yerba usada, y a medida que se vaya secando la yerba, añada agua tibia para humedecerla de vuelta. Déjela así por un día o por toda una noche, luego utilícela tranquilamente. No utilice su mate amargo para el mate dulce.

Para los mates de madera, úntelo con una capa de aceite o manteca, para sellar sus poros y alargar su vida. También puede optar por lavarlo y luego cargarle yerbe húmeda de la anterior cebada, mojándola paulatinamente con agua tibia a para evitar que quede seca, repitiendo ésto por veinticuatro horas. Cambie la yerba si lo requiere, y vuelva a repetir el procedimiento por unos días.

En el caso de los mates de hueso, déjelo en remojo en agua con un poco de detergente por un día, y así removerá la grasa.

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Categorias: Cocina
Ultima modificación: 06/19/2013