El pescado es un alimento nutritivo y popular en varias partes del mundo, como por ejemplo España. En el sur del país el “pescaíto frito” es toda una institución. Esta costumbre ancestral de comer pescado parece provenir de los Sefardíes, que eran judíos afincados en España y quienes tras su expulsión se trasladaron en otros lugares a los Países bajos e Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII. El plato de pescado frito que introdujeron en España se hizo popular en los círculos londinenses como se puede comprobar en la obra Oliver Twist del escritor Charles Dickens (1812-1870) donde se menciona un popular establecimiento para freír pescado. Veamos pues cómo freír correctamente el pescado.
El pescado se puede cocinar de muy diferentes maneras, todas ellas muy sencillas; una de las más usuales y deliciosas es la fritura. Por su sabor y textura es ideal para que los pequeños coman pescado. Para freír un pescado con éxito, solo hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.
Como los pescados son alimentos con alto contenido en agua, deben ser recubiertos antes de freír. Para ello hay que recubrir o empanar el pescado, procediendo como si fuéramos a elaborar una de las milanesas comunes de carne. También podemos usar harina y huevo.
El pescado siempre se fríe en abundante aceite caliente. Cuanto más pequeña es la pieza de pescado que vamos a freír, más fuerte debe ser el fuego. Si la pieza de pescado es grande, lo cocinaremos lentamente. Después de freír es indispensable escurrirlo sobre un papel absorbente.
Siempre conviene rebozar el pescado para aprovechar mejor su sabor, pero recuerde que puede haber recetas que soliciten freírlo directamente. En tal caso lo haremos siempre del lado de la carne y no de la piel, así evitaremos que se encoja durante la cocción.