Cómo limpiar y cocinar caracoles

Los que disfrutamos del sabor de los caracoles sabemos que a diferencia de cómo los presentan en los bares o restaurantes no se puede comparar como cuando se preparan en casa. La razón es bien sencilla y es que los caracoles presentan mucho trabajo a la hora de limpiarlos dada la gran cantidad de baba que sueltan y se puede llegar a tardar hasta diez días en el proceso de su limpieza.

Se podría decir que hay tantas formas de limpiar caracoles como casas pues en cada familia se utiliza un método distinto. Los más habituales son el de colgarlos de una malla para que suelten toda la baba; lavarlos con agua y sal; o alimentarlos con harina.

En el primer caso, los caracoles terminarán muriendo por deshidratación y muchos terminarán resultando inservibles a la hora de cocinarlos. En el segundo caso, los caracoles morirán por la sal y solo es aconsejable si se quieren degustar en un par de horas. En el último caso también pueden morir a causa de la mezcla resultante de la baba y de la harina. Entonces, ¿cuál es la mejor forma de limpiarlos?

La mejor forma de limpiarlos es colocarlos en un recipiente con un par de hierbas aromáticas para que se alimenten junto con un poco de harina durante un par de días hasta que se purguen ya que no sabemos que pueden haber comido antes de ser recogidos. Al pasar un par de días ya podremos limpiarlos con un poco de agua y sal.

Para cocinarlos se hace de forma muy sencilla, se sumergen en una cazuela con agua fría para que salgan de la cáscara y acto seguido se aumentará el fuego al máximo durante media hora. A partir de aquí ya se podrán usar con cualquier receta de nuestra elección.

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Categorias: Cocina
Ultima modificación: 07/15/2013