Ya sea que se sirva fría o caliente, la compota de manzanas es dulce, agradable y deliciosa, a los bebés les encanta y los adultos no quedan excluidos. Y sorprendentemente, es una receta muy fácil de preparar en el hogar.
La compota de manzanas es tan sencilla de elaborar que hasta resulta fantástico el hecho de experimentar con esta receta. Intenta utilizando miel o jalea de arce como endulzante y nuez moscada o jengibre como especia.
Puedes utilizar cualquiera de las variedades de manzana que más prefieras; la McIntosh es una variedad con mucho sabor y puede elaborarse una masa bastante ligera con gran facilidad. También puedes intentar combinar distintas variedades.
La receta es tan sencilla que casi se prepara por sí misma. Lo siguiente rinde tres tazas.
Ingredientes:
- 5 manzanas grandes
- 1/4 cdta. canela
- 2 cdas. azúcar morena
- 1/4 c. sidra de manzana
- Comestibles
- triturador de papas
- cacerolas
Pela y quítale las semillas a las manzanas; rebánala en cuartos u octavos.
Coloca las manzanas y la sidra o el agua en la cacerola y ponla a fuego bajo o medio bajo. Posteriormente cubre el recipiente.
Después de 20 minutos, quita la tapa del recipiente y haz puré a las manzanas. Deben prácticamente de desintegrarse y formar una salsa, dejando sólo unos pocos bultos para conservar cierta textura.
Agrega el azúcar y la canela.
Sírvela caliente o fría. Y aunque generalmente es considerado un condimento, también puede ser un postre delicioso.