En la gastronomía, existen varios métodos de cocción, los cuales son utilizados para obtener un resultado distinto. Los métodos de cocción en medio graso son: rehogar y sofreír, dos técnicas que la principal diferencia radica precisamente en la temperatura.
El rehogado se usa por lo general para las verduras antes de hacer un guiso, una salsa o cualquier elaboración que tenga luego una larga cocción. También hay ciertos alimentos que necesitan de un rápido rehogado para darle un toque delicioso, haciendo que se conserven los sabores, colores y texturas.
El rehogado es un método de cocción que se realiza en altas temperaturas, sin superar los 100º Celsius. Los ingredientes por lo general se cortan en pedazos pequeños y se agregan a la cantidad exacta de aceite para que se lubriquen. Removiendo constantemente, se consigue que el calor sea uniforme, haciendo que todos los alimentos se cocinen por igual sin quemarse.
Se puede usar una sartén calentada previamente, luego se le añade la grasa con lo que se va a cocinar para por último añadir los ingredientes.
Entonces como conclusión, podemos decir que rehogar un alimento es cocinar en grasa, ya sea aceite de oliva, de girasol, en mantequilla o manteca, para posteriormente cocinarlo de otra manera, sin llegar a dorarlo.