Cuáles son los pasos del cha cha chá

Un, dos… ¡cha cha chá! Pasos sencillos que dan forma a uno de los bailes latinos más importantes de la historia musical de la región. Su autoría pertenece al cubano Enrique Jorrín, quien en la década del 50 transmutó el danzón y el son montuno en un nuevo baile de salón.

El cambio comenzó con la introducción de voces en pequeños coros al género danzonero que anteriormente prescindía de ellas, lo cual permitía la improvisación lírica de los músicos pero también la creación de nuevas figuras por parte de los bailadores.

Desde su nacimiento el cha cha chá se caracterizó por la jocosidad de sus letras, el espíritu festivo de su melodía y el desenfadado estilo de baile, no por gusto uno de los primeros ejemplares escritos compuestos por Jorrín se refería a una bella mujer cuya voluptuosidad corporal no eran más que almohaditas escondidas bajo la ropa.

La sensualidad de sus movimientos lo inscriben dentro de los ritmos caribeños por excelencia, al igual que el mambo y la salsa, y la sencillez de los pasos lo convierten en una opción fácil para quienes deseen intentarlo dentro de las danzas populares y de salón tradicionales de Latinoamérica y el Caribe. Su renombre alcanza ámbitos intercontinentales y es un punto insoslayable en los catálogos de cualquier academia de baile en el mundo.

Para enfatizar el ritmo de la melodía, los bailadores realizan tres pasos cortos que, gracias al sonido onomatopéyico de los pies contra el suelo, le dan el nombre al pegajoso género, originalmente interpretado por una charanga o una orquesta tradicional en la que no faltan instrumentos como la trompeta, la flauta, la percusión y los violines. Al igual que la música, el baile se ejecuta en cuatro tiempos y cinco pasos: dos lentos y tres rápidos seguidos de una pausa pequeña.

Puede bailarse en pareja o de manera individual. En el caso de la primera se ocupa una posición cerrada, en la que el hombre sostiene con la mano izquierda, la derecha de la mujer mientras con la otra ciñe la cintura de la dama que a su vez coloca la mano libre sobre el hombro del caballero.

No obstante, aunque bailar acompañado de una pareja o de forma individual, implica algunas diferencias en el desempeño de los bailarines, lo cierto es que varias cuestiones generales no varían, como es que los ejecutantes nunca se desplazan demasiado de lugar pues los pasos son más bien pequeños y los pies, que se mueven apoyados en la parte delantera, apenas se separan del suelo.

En los movimientos voluptuosos de caderas y hombros no solo de las mujeres, sino de los hombres también, se aprecia la herencia de géneros caribeños como la salsa y el son, que ubican a la región, sin dudas, en un lugar relevante dentro del mapa musical y cultural internacional.

 

 

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Categorias: Danza
Ultima modificación: 05/08/2013