Debes sostener tu ritmo a medida que la ceremonia baje su ritmo. La gente se hastía cuando va finalizando un evento, todos sus participantes, el que comando el evento debe consolidar su ritmo igual al que tenía cuando abrió la ceremonia. Tu carisma, tu presencia y tu tono de voz debe ser absolutamente distintivo, que destaque con mucha claridad, de tal manera llevarán las ganas de todos los participantes hacia las nubes.
Ten en cuenta aquellos detalles emocionales que diferencian la raíz del evento. Haz hincapié en aciertos, inconvenientes, los recuerdos con situaciones vividas del pasado, tanto sencillas, sin relevancia como aquellas que tienen gran significado. Hazle saber a la audiencia, a sus participantes lo bien que la llevan y la correcta elección que han hecho del orador, por lo que han invertido bien su dinero. De esta manera aquel que haya contratado tus servicios sentirá el orgullo de haber elegido bien a su orador y elevarás su autoestima en tan preciado momento.
Que el público se quede con la intención de seguir la velada, una buena señal de tu labor sería que al irte de la reunión, la gente siga bailando, exaltado y no note tu ausencia. Al finalizar expresa palabras de profundo sentido y ve llevando la terminación del evento con cuidado y sagacidad, lo último, incluye un muy buen chiste, que será valorado por los participantes de este hermoso evento, esta recordada ocasión. Recuerda que a aquellos participantes les encanta oír que les des las gracias por haberle permitido dirigir y participar de aquella entrañable velada.