Primero hay que elegir la forma que tendrán las alas del ángel. Entonces hay que medir el largo que tendrá el ala en la parte de la espalda, desde la cabeza hasta la cintura; hay que cortar dos piezas de cartulina de esa longitud. Allí, se debe dibujar el ala, copiando de una fotografía o utilizando un patrón.
Una vez terminado el dibujo, se corta el ala. Esta ala se utiliza como patrón para dibujar la segunda ala.
Ahora los platos de cartón se cortan por la mitad. Y entonces se colocan las mitades de los platos en la parte superior de las alas hasta cubrir las partes superiores por completo. No hay que preocuparse si los platos se enciman en los extremos de la cartulina. Sólo hay que asegurarse que las partes rizadas de los platos apunten hacia arriba y se curven en dirección al cuerpo. La parte cortada de los platos se pega a la cartulina.
Ahora la otra mitad de los platos cortados se pegan en la parte inferior del ala, esta vez con las partes rizadas apuntando en sentido contrario al cuerpo. Se pegan dos mitades más de platos de cartón de la misma manera en la parte inferior del ala, dándoles la apariencia de plumas. El resto de la cartulina se cubre con platos cuyos extremos rizados apunten en dirección contraria al cuerpo.
Se cortan únicamente los extremos rizados de cuatro mitades de platos. Estos extremos rizados se utilizan para llenar las partes vacías entre las plumas superiores y el resto del ala. Los extremos rizados se pegan apuntando hacia arriba y de cara al cuerpo, de la misma manera como en la parte superior del ala.
Se lleva a cabo el mismo proceso con la segunda ala y ambas alas se dejan secar en el transcurso de una noche. Finalmente, todos los extremos de los platos se recortan para delinear la forma original de las salas en la cartulina.