Aunque con el tiempo se va perdiendo esta tradición, todavía no es raro disfrazar a nuestros niños y niñas como personajes de canciones de cuna. La ventaja de estos disfraces, aparte de que constituir una bonita tradición, es que son sencillos de hacer, y podemos confeccionar uno fácilmente con objetos y complementos que ya tengamos por casa. Veamos algunos ejemplos.
Por ejemplo, disfrazar a nuestros niños de los Tres Ratones Ciegos no es algo difícil. Vasta con buscar tonos grises, añadir una cola a los pantalones y comprar o elaborar con cartulina unas grandes orejas de ratón. Un poco de maquillaje para simular los bigotes y obtendremos a un simpático ratoncito.
Con algo de ropa vieja, un peto o tirantes podemos convertir a nuestro niño en el pequeño Jack de la famosa canción de Jack y Jill. Con añadir una corona rota y un cubo o balde que llevar en las manos obtendremos de manera sencilla un bonito disfraz de canción de cuna.
Con mucha cartulina blanca y unos pantalones cortos podemos vestir a nuestros pequeños como un díscolo Humpty Dumpty. La cartulina la usaremos para darle al pequeño la forma de huevo.
Con cubertería de la casa podemos crear una amalgama de personajes de la cancioncita de Cat and the Fiddle, y si tenemos algún viejo disfraz de gato, añadiéndole una chaqueta roja obtendremos al gato de la popular canción de cuna.
Otro disfraz sencillo es del Pequeño Niño Azul. Confeccionar este disfraz es tan simple como vestir a nuestro pequeño con ropas azules. Facilísimo, ¿verdad?
Vestirse del Pequeño Willie Winkie también es muy simple. Basta con darle una camisa, remara o sudadera dos o tres tallas más grandes, un candil y una vela.
Como ven, los disfraces de canciones de cuna son fáciles de hacer y siempre resultan muy lindos.