A niños y adultos les atrae la idea de disfrazarse como criatura mítica, uno de los personajes más populares desde hace décadas es “Drácula” el famoso vampiro hambriento de sangre, caracterizado miles de veces en películas para adultos y de corte infantil. Este singular personaje es una de las principales opciones cuando se trata de disfraces en la noche de Halloween. El disfraz es generalmente fácil de crear, lo más complicado es el maquillaje. El material necesario es:
1.- fieltro color negro
2.- fieltro color rojo
3.- pantalón de vestir color negro
4.- camisa color blanca
5.- zapatos negros
6.- listón color rojo
7.- colmillos y uñas postizas de plástico
8.- pinturas no toxicas de color rojo, negra, azul,
9.- maquillaje blanco
10.- maquillaje negro
11.- tijeras
Instrucciones:
- Colocar el pantalón y la camisa. Esto formará la base del disfraz, es necesario recordar que Drácula no sólo es un vampiro, sino un Conde, por tanto su vestimenta es muy limpia, brillante y sin una sola arruga.
- Una vez elegidos el pantalón y la camisa, se diseña la capa sobre el fieltro, ésta deberá cubrir por completo la espalda, por fuera será de color negro y por dentro roja, este efecto se logra uniendo las dos piezas de fieltro.
- Con el listón rojo se hace un moño que pasará por debajo del cuello de la capa y se atará al frente de la camisa.
- El maquillaje debe ser muy blanco, dando una apariencia pálida con el maquillaje blanco y ojerosa con el maquillaje negro, ya que a este ser no le puede dar la luz, su piel ha perdido el pigmento casi por completo. Se pintan los labios de rojo y se colocan los colmillos de plástico.
- Se finaliza el disfraz con las uñas postizas afiladas y los zapatos negros bien lustrosos.