Un globo que cae del techo es un detalle creativo que puede utilizarse en cualquier fiesta de cumpleaños, además, es fácil de realizarse sin salir de casa y utilizando materiales nada costosos. Puede agregarse confeti o serpentina a los globos para que esta experiencia sea todavía más sorprendente. Para un toque especial, hay que utilizar globos de los colores preferidos del festejado.
Primero hay que colocar manteles de papel uno junto a otro con los lados más largos sobrepuestos, dejando al menos tres pulgadas sobrepuestas.
Con hilo y aguja se cosen los manteles de papel en la sección por donde estaban sobrepuestos. Se da una puntada cada tres pulgadas. Cuando se alcance el extremo, se deja una sección de dos pies de hilo colgando, el cual va a utilizarse más tarde.
Se asegura al techo cada uno de los cuatro bordes de la nueva red que se formó utilizando chinches. La red se deja colgando de manera que la sección de en medio se hunda aproximadamente dos pies a partir del techo. Se arrancan cuatro secciones de tres pulgadas de cinta adhesiva y se cubre cada chinche con una pieza de éstas para reforzarlas.
Ahora la red se llena con globos, confeti, serpentinas, pequeños dulces o cualquier otro objeto ligero que quiera agregarse a la red de globos.
La selección de dos pies de hilo colgando se pega a la pared con cinta adhesiva y cuando llegue el momento para dejar caer los globos, se jala la sección de cordón firmemente. Esto romperá los manteles de papel y permitirá que los globos caigan.