Halloween se refiere a la noche del Día de los Difuntos o la Noche de Brujas, en especial a la celebración que tiene lugar tal noche entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Esta celebración es de origen celta y se ha celebrado en muchas partes del mundo, especialmente en Irlanda, el Reino Unido y Norteamérica. El cine de Hollywood y la cultura estadounidense han popularizado enormemente esta festividad.
En tiempos remotos los celtas celebraban el Samhain, el Nuevo Año celta, la transición de un año al otro en una noche en que los muertos podían vagar por la Tierra. Con la llegada del cristianismo el significado pagano de tal celebración se fue perdiendo, pero la festividad permaneció. Hoy en día Halloween ha perdido gran parte de su significado religioso, y es considerada como una festividad secular. En Estados Unidos cobró fuerza a partir de 1840, con la llegada masiva de inmigrantes irlandeses. Con el tiempo se fue popularizando hasta convertirse en una fiesta importante. Durante la celebración se realiza el “truco o trato”, una amenaza de broma que los niños ofrecen a sus vecinos a cambio de golosinas.
Es también costumbre que tanto pequeños como mayores se disfracen (normalmente con motivos terroríficos) y que las casas se adornen con los “Jack o’Lantern”, calabazas talladas a mano con motivos grotescos cuyo interior es iluminado por una vela. Otras actividades relacionadas con esta festividad son las hogueras, leer cuentos de terror a la luz de las mismas o de una linterna y ver películas terror.
La palabra Halloween proviene de la variación escocesa de All Hallows’ Eve, es decir, la víspera de Todos los Santos.