Con la llegada del buen tiempo ya no nos hacen falta los abrigos por lo que será el momento idóneo para guardarlos en los armarios o en cajas. Sin embargo, deberemos tomar un par de precauciones si no queremos que acaben siendo víctimas de las polillas.
En primer lugar deberemos guardar los abrigos limpios pues se sabe que suelen proliferar en sitios en los que haya manchas o suciedad ya que será esta suciedad o manchas las que sirvan de alimento para las larvas de la polilla y por tanto fuente de su alimento. A parte de esto, para reducir las probabilidades de que aparezcan las polillas en nuestro armario o en el recipiente que vayamos a guardar los abrigos limpiaremos las paredes del armario o del recipiente con un trapo húmedo.
A parte de esta medida también podemos optar por rociar las paredes del armario con algún producto antipolillas los cuales se pueden adquirir en cualquier tienda de bricolaje de la ciudad en la que se resida. Soluciones más naturales puede ser la colocación de sacos de tela con lavanda en su interior. También es efectiva contra las polillas la madera de cedro.
Por último en muchos supermercados venden naftalina o alcanfor en diversos formatos (bolas o pastillas) las cuales se colocan entre la ropa o bien colgadas junto a las perchas para combatir a las polillas. Deberemos tener cuidado con este producto pues es tóxico y se corre el riesgo de que si tenemos niños en casa pueda ocurrir algún percance.