El tendido de cama es el procedimiento que se realiza para preparar la cama clínica en diferentes situaciones. El objetivo es fomentar hábitos higiénicos en el paciente, crear un ambiente limpio, permitir la comodidad física, disminuir la contaminación hospitalaria y ofrecer seguridad desde el punto de vista bacteriológico.
Los elementos a utilizar serán una colcha y cubrecama, si fuera necesario un cobertor, dos sábanas grandes, una sábana clínica, una o dos fundas para cojín y un tónico para ropa sucia.
Hay varios tipos de tendidos de cama. La cama cerrada es cuando esta se encuentra desocupada hasta antes del ingreso del paciente. Una cama con paciente es cuando se prepara la cama y el paciente se encuentra en ella. Hablamos de cama abierta cuando se prepara al paciente que está en condiciones de ambular. Se distingue de la cama cerrada por los cambios en la ropa que cubre al paciente. La cama postoperatoria o de recuperación se prepara para recibir a un paciente que ha sido intervenido quirúrgicamente.
Para preparar las camas existen una serie de principios y normas. Un ambiente agradable y limpio favorece la adaptación del individuo a un medio ambiente extraño. Hay que proteger al paciente de los agentes patógenos. Dado que existen microorganismos en la piel y el ambiente en general conviene hacer el lavado médico antes y después del tendido de cama. Algunos microorganismos son oportunistas; es decir, causan infecciones cuando las condiciones son favorables. Así pues hay que mantener limpio el área del paciente y mantener agradable el ambiente del paciente. También hay que evitar sostener la ropa sucia contra su uniforme y lavarse las manos antes de atender otros pacientes. La integración y colocación ordenada del equipo, previa realización del procedimiento evita o disminuye el tiempo. También mantener limpias y secas las sábanas.