Cómo hacer que unas gafas te queden cómodas

Los anteojos o gafas son objetos imprescindibles para el cuidado de la vista, y su importancia se incrementa si es que padecemos de alguna dificultad para ver bien como la miopía o el astigmatismo, convirtiéndose nuestros anteojos, en estos casos, como parte de nuestros propios ojos, pues sin ellos no podríamos ver el mundo de la misma manera.

En muchas ocasiones, al adquirir unas gafas nuevas, solemos sentir molestias, que precisamente no tienen que ver con las lentes, pues estas están perfectas, sino más bien, están relacionadas con la montura o el armazón del mismo, el cual aún no adaptamos lo suficiente a nuestras formas anatómicas.

Para que los anteojos cumplan con su función, es muy importante en primer lugar adaptar el armazón al rostro, es decir, la medida tiene que ser la adecuada para el mismo, además se debe tener en cuenta los lugares en donde la montura se apoya, siendo estos sitios el tabique nasal y la zona de las orejas.

Si no se hace este trabajo de adaptación del armazón a sus zonas de apoyo, es muy probable que resulten en molestas presiones, irritaciones o heridas en lo región de la piel detrás de las orejas, y del mismo modo, en el sitio en donde se apoya sobre la nariz, cuya piel también suele enrojecerse.

Es muy importante que las gafas se adapten perfectamente, sin ser muy ajustadas y que no permitan la circulación de la sangre o lastime la piel, y también al mismo tiempo, que estén bien aseguradas para que no se muevan de lugar o caigan con un simple movimiento.

Si siente que el armazón de sus anteojos le resulta incómodo, acuda a un centro óptico en donde podrán ayudarle a adaptar la montura, sin destruirla en el proceso.

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Categorias: Moda
Ultima modificación: 11/15/2013