¿Cómo? Simplemente inviertiendo en piezas y accesorios clásicos, que mantengan su vigencia de una temporada a otra… año tras año. De esa forma irá sumando puntos a su guardarropa… en lugar de restarle. Nadie le pide milagros… sólo que imite a las que han seguido estas reglas con éxito, con igual – e incluso menos- presupuesto que usted.
Como hacerlo
Si usted es de las que piensa que para verse elegante tiene que invertir grandes cantidades de dinero en ropa, se equivoca. Para corroborar esto, sólo tiene que observar a sus amigas y fijarse cuál de ellas es la mejor vestida. ¿Será la que dispone de un amplio presupuesto para gastar en ropa? Probable¬mente no. Es muy posible que sea la que, teniendo que ajustarse a un presupuesto limitado, sabe “arreglárselas” para vestir bien en todas las ocasiones. Viste a la moda, sin estar “a la última”. Cuando asiste a una comida o reunión, lleva un conjunto sencillo apropiado para la hora. Sabe combinar además, un traje de dos piezas, con una blusa de hilo, seda o algodón, intercambia las piezas entre si, para parecer siempre de estreno sin la inversión que esto conlleva . Los accesorios que usa son muy simples, un collar y aretes de perlas, un buen bolso y zapatos cerrados de piel… En otras ocasiones, lleva un vestido de los que nunca pasan de moda, como es el tradicional camisero, con accesorios de lineas conservadoras. Esa imagen que ella proyecta no es producto de la casualidad. Ha sabido invertir su dinero en piezas de estilo clásico, que es lo mismo que decir de “largo millaje”… de ésas que puede llevar lo mismo a la oficina que a un restaurante… que se usaron hace dos años y se mantendrán vigentes otros dos….Además, mantiene siempre su cabello arreglado, las uñas y manos impecables, y sus ropas no están arrugadas ni manchadas…
Ahora, analice la situación. Ante usted tiene dos opciones: imitar inteligentemente a su amiga o seguir corriendo y gastando innecesariamente detrás de la moda. La elección, creemos, es obvia. Tome un estilo que desafia los cambios y que le ayuda a sacarle más partido a su dinero: el clásico.
Consejos
Nadie puede cambiar de estilo o de imagen de un día para otro. Pero siguiendo un método a la hora de comprar podrá lograr un guardarropa clásico en menos de lo que se imagina. Siga estas sugerencias, estudie las fotografías y descubra lo que le falta para llegar a la meta:
- La mujer de estilo clásico, no es la que cambia su ropero continuamente, sino la que incorpora algunas piezas, de vez en cuando, aumentándolo gradualmente.
- Sus colores son básicos, casi siempre sólidos o de color entero, dándole mayor posibilidad a las combinaciones.
- Los accesorios son pocos, sencillos y de líneas conservadoras,
- El peinado y el maquillaje sutil, como complemento de su aparente sobriedad.
- Los zapatos, bolsos, cintos y demás accesorios, deben pertenencer a la misma “familia”. Esto lo comprobamos, cuando al extraviarse en la casa o en la oficina, las pertenecías de alguien, éstas pueden identificarse inmediatamente como “la cartera de María” o “la bufanda de Claudia”. También lo comprobamos al ver que alguien reconoce ante la vidriera o escaparate de una “boutique” la blusa “que se parece a Carolina”. Siempre que se pueda hacer esta identificación, sabremos que el estilo está en función con la personalidad y viceversa.
- Mantener la unidad en el estilo es lo importante. Y aunque mezclar elementos, causa a veces efectos inesperados y fascinantes, hay que saber muy bien lo que se mezcla. Cuando optamos por un estilo, debemos ser sumamente cuidadosas, hasta en los mínimos detalles:
- Los zapatos ‘pumps’ o cerrados, desde los más bajos o ‘balerinas’, hasta los que tienen los tacones altísimos, a La cartera-sobre, que se lleva bajo el brazo, y que a veces no combina con los zapatos, dejándole el lugar al cinto. a El collar de perlas, cotidiano y fiel. a El reloj pulsera, siempre pequeño y con manilla de cuero
- Hay quien asocia dinero con elegancia. No se engañe. No siempre es asi.
- Usted puede lucir mejor, invirtiéndo sólo el mínimo. ¿Cómo? Afiliándose a un estilo que desafíe los cambios de la moda, que permanezca. ¿Cuál? El clásico.
- No tendrá que cambiar el guardarropa ni cada estación, niañotrasaño. Simplemente, irá añadiendo nuevas piezas.
- Invierta su dinero en piezas básicas (chaquetas, faldas, blusas, un buen traje de dos piezas) combinables entre si. Multiplicará las posibilidades.
- No sacrifique calidad por cantidad. Vale más una buena prenda de ropa – la mejor que pueda pagar – que tres mediocres -que le durarán mucho menos-.
- Nunca subestime a un buen accesorio: cinturones, carteras, zapatos, pañuelos y bufandas. Sin ellos, por muy caro que sea el vestido, su apariencia no será la correcta. Además, cambiando los accesorios su guardarropa parecerá más nutrido ¡y siempre diferente!
- El estilo clásico le permite ir bien vestida a cualquier hora y a cualquier lugar: a la oficina, a un coctel, a un almuerzo de negocios o con las amigas, de compras, a una cena, de viaje…
- Cuidado con los detalles: de nada vale que compre una buena prenda si no va a darle un buen mantenimiento. Revísela con frecuencia: dobladillos zafados, botones caldos, manchas… todo eso debe repararse al instante.
- No se arriesgue a lavar en casa una prenda que requiera tintorería. La echarla a perder. Si su presupuesto no alcanza para tintorería, no compre ni seda, ni lino. Invierta en piezas de algodón o fibras sintéticas que pueda lavar y planchar en casa sin riesgos.