Hacer galletas de Navidad es una manera muy tradicional de demostrar aprecio en estas fechas. Y ya sea que las galletas vayan a regalarse a un vecino, un familiar o un compañero del trabajo, la forma de envolver las es parte del proceso de elaboración y tan importante como las galletas mismas.
1. Una opción es colocar las galletas en una cajita de metal con algún adorno alusivo a la Navidad. Hay que colocar un papel encerado en el fondo del recipiente y sobre la parte superior para sellar las galletas y mantenerlas frescas.
2. Otra opción es meterse las galletas en recipientes de vidrio bien sellados. Cualquier recipiente de vidrio con una tapa de goma puede servir mientras las galletas estén bien acomodadas dentro del recipiente. Sin duda alguna será un detalle muy especial para un regalo hecho en casa.
3. También se pueden colocar las galletas de Navidad en bolsas de celofán de varios colores o transparente. La bolsa se ata con un moño y además se entrega la receta para las galletas como toque final del regalo.
4. Las galletas pueden colocarse en una rejilla pequeña para enfriar y después envolverse en una toalla para vajilla limpia y nueva o también se pueden colocar en un mantel individual. Pueden ordenarse en grupos de cinco o seis galletas y adornarlas con un listón de tela y una nota de regalo.
5. Una taza llena de pequeñas galletas navideñas es otra buena opción.
6. Puede forrarse el interior de una canasta con una toalla para vajillas navideña bien limpia y colocar las galletas allí. Las canastas de mimbre son baratas y reutilizables, además de que presentan a las galletas de una manera atractiva y original. La canasta puede cubrirse con celofán para mantener las galletas frescas.