El primer síntoma de que una persona tiene piojos es que se rasca con mucha frecuencia la cabeza, casi sin parar. Lo cual puede llegar a provocar que se haga heridas en la piel.
Los piojos pueden darse tanto en personas mayores como en niños por lo que los padres se pueden contagiar de sus hijos y viceversa. Es por ello que hay que desmitificar el hecho de que con agua y jabón se matan los piojos. El vinagre caliente si que es efectivo pero su olor puede resultar un tanto desagradable por ello podemos optar por algún tratamiento contra los piojos que se venda en farmacias.
La forma de actuar suele ser idéntica pero en el caso del producto adquirido en la farmacia deberemos actuar según las indicaciones del fabricante. La forma de actuar con los productos adquiridos suele ser la siguiente. Se aplica el producto por todo el cabello. Una vez aplicado el producto se pasa por la cabeza un cepillo muy fino denominado liendrera y se vuelve a realizar el peinado del cabello otra vez más con dicho peine una vez que el cabello está seco.
En el caso de aplicar vinagre se lavará la cabeza con vinagre caliente y se secará la cabeza con una toalla limpia. Una vez lavada la cabeza se pasará un cepillo muy fino (liendrera) para asegurarnos de que no hay liendres.
Una vez limpia la cabeza revisaremos con detenimiento el cabello para asegurarnos de que no quedan ni piojos ni liendres. Además, lavaremos en agua caliente cualquier prenda u objeto para asegurarnos de que no hay posibles focos de contagio (sábanas, peines, etc.)