Si es usted alérgico al polen, además seguir los tratamientos farmacológicos específicos prescritos por su médico es conveniente tomar una serie de medidas preventivas.
Primero conozca los tipos polínicos a los que es alérgico y su época de aparición, a fin de evitar entrar en contacto con ellos. Conviene aprender a reconocer las plantas de los lugares que frecuenten así como conocer las previsiones de los niveles de polen en el Servicio de Información Polínica.
Los días de viento suave o moderado (11-21 m/s), secos y soleados y los momentos previos a las tormentas son los peores por su mayor concentración de polen. En las épocas de mayor polinización evite realizar deportes y actividades de esfuerzo.
Mantenga las ventanas de las habitaciones cerradas, ventilando el hogar preferentemente al mediodía. No barra, utilice el aspirador, limpie el polvo con bayeta húmeda y no seque la ropa en el exterior.
En el exterior viaje con las ventanillas del coche cerradas y ponga filtros especiales en el sistema de aire acondicionado. Utilice gafas de sol. Si resulta necesario debe usar mascarilla, preferentemente humedecida.
Si toma frutas u otros productos vegetales frescos, lávelos antes de comerlos por si tuvieran granos de polen pegados a su superficie. Hay que tener presente que durante la época de polinización será más sensible a otros estímulos como catarros, productos químicos irritantes o esfuerzos físicos.
Recuerde que es mejor no tumbarse sobre el césped o prados. Evite cortar la hierba. Tenga en cuenta que la concentración de polen es menor en el interior de los edificios y cerca del mar. El tabaco es en todos los casos desaconsejable.
Y por supuesto consulte con su médico-alergólogo y siga sus indicaciones. Recuerde que las inmunoterapias o vacunas son útiles en muchos casos.