Un DIU es un módulo de plástico y cobre que se inserta en la cavidad uterina a través de la vagina con la finalidad de evitar el embarazo. Resulta un método anticonceptivo seguro, fácil de usar, reversible, barato, de larga duración y efectivo al 99%.
En lo que respecta a su remoción, primero hay que advertir que solo puede ser realizada por un ginecólogo experto y nunca de forma empírica o fuera de un salón hospitalario acondicionado para ello.
Entre las causas más frecuente para la remoción de un DIU están el deseo de concebir y el fin de la vida útil del dispositivo, el cual sobrepasa los 12 años aunque la Federal Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos recomienda que su uso de forma continuada no supere una década.
También la recurrencia prolongada de efectos secundarios constituye causa importante en el retiro de los DIU. Aunque estos trastornos son poco frecuentes y suelen estar relacionados con enfermedades preexistentes (hongos, cocos, tumores) o mala práctica médica (inexperiencia del personal, mala esterilización), provocan desde molestos síntomas menores como dolores, calambres y menstruaciones irregulares hasta inflamación pélvica por infección local. Un 10% de las mujeres expulsan el DIU de manera espontánea.
Otra causa importante en el retiro de los DIU son las quejas sobre pinchazos en el pene por parte de la pareja, aunque en este caso suele ser suficiente el recorte de las guías del dispositivo o su reacomodo.