Tras una ardua competición deportiva se debe tener cuidado con la primera comida que se ingiere, ya que el organismo acaba de realizar una descarga de adrenalina importante generando una acidificación del cuerpo. Ambos procesos bloquean el apetito, con lo que el tubo digestivo, que no ha sido bien irrigado durante el evento deportivo, no está preparado para recibir y tratar adecuadamente los alimentos complejos o abundantes. ¿Cómo obrar entonces?
Primeramente es necesario hidratarse bebiendo pequeñas cantidades de agua o líquido hasta que desaparezca el estado de sed. Esto también ayudará a drenar toxinas y a combatir la acidosis. También se pueden ingerir hidratos de carbono con alto valor glucémico para acelerar la síntesis del glucógeno. Si los hidratos se ingieren inmediatamente después del deporte, la recuperación se realiza más eficientemente. Se considera que por cada kilo de peso perdido tras ejercer deporte es necesario beber 400 cc de líquido, que deben contener entre un 6% y un 8% de glucosa.
Para comer se deberá esperar alrededor de una hora. Es recomendable ingerir los alimentos en un ambiente tranquilo y de forma pausada. El mejor momento para reponer energías a través de la comida es aproximadamente entre un hora y una hora y media luego de finalizada la actividad. Los alimentos deben contener una pequeña cuota de grasas y un gran porcentaje de proteínas. No es bueno ingerir alimentos a los cuales el organismo no está acostumbrado. Tampoco se recomiendan las bebidas gaseosas o con alto contenido de cafeína o estimulantes como el alcohol.
Alimentos ideales para una dieta que siga a una competición son la zanahoria rallada, la lechuga, espinacas o alimentos como pastas o arroz que se pueden consumir con aceite de oliva, germen de trigo o en ensalada. También son recomendables leguminosas, soja, verduras frescas y lácteos.