El geranio es un arbusto perenne y peludo perteneciente al género Geraneum, pudiendo alcanzar hasta un metro de altura. Sus hojas son puntiagudas y las flores usualmente presentan color rosa o rojo. Se cultiva sobre todo como planta ornamental, pero aunque este dato no es tan conocido también se puede usar con motivos medicinales gracias a sus propiedades curativas, ya que contiene geraniol y nerol, dos terpenos aromáticos además de varios glucósidos. Se suele utilizar en forma de aceite extraído de las hojas y de los tallos.
Cabe recordar que la decocción de raíz de geranio es muy astringente. Por ello se recomiendan pequeñas dosis en caso de diarrea, para lo cual se deben mezclar 4 grs. de raíz en agua, que se tomará a cucharadas. Se puede acompañar con infusiones de manzanilla, hierba buena o menta.
Además la decocción del geranio también se puede utilizar para hacer gárgaras cuando hay irritaciones de boca, garganta o amigdalitis. En estos casos se recomienda una cucharada de decocción cada 4 horas.
El geranio también es un eficaz antirreumático, la decocción de hojas y tallos (100 gramos en un litro de agua) reduce los dolores musculares y la inflamación de las articulaciones. Las flores maceradas en alcohol durante tres días, usando 50 gramos de flores en medio litro de alcohol sirven para dar fricciones.
Por otra parte, además de todas las aplicaciones vistas, el aceite de geranio se utiliza en tratamientos de acné, dermatitis, eczema y como cicatrizante en heridas, quemaduras y úlceras, También puede servir como eficaz repelente de los mosquitos y mejora los edemas, las hemorroides y las neuralgias. Es además muy apreciado en la aromaterapia para aliviar el estrés y la depresión.
Con todo siempre es mejor consultar a un herbolario o médico antes de usar estos remedios.