La vida sana es una constante en nuestra vida. Lo queramos o no, oímos hablar de ella en los medios, en la calle, en la publicidad. Cuidar nuestro cuerpo es cada vez más una demanda tanto social como personal, y por ello hemos de ser conscientes de qué nos ayuda a estar sanos y qué nos perjudica. Uno de los muchos aspectos de la vida sana que hemos de conocer es la creatina.
La creatina es un derivado de los aminoácidos, y desde la década de los 60 del siglo pasado se han venido estudiando sus componentes, sus ventajas y aplicaciones. Es creada naturalmente por nuestro cuerpo, y transportada por la sangre hacia los músculos. Por ello se la ha señalado como un componente muy importante para el deporte ya que ayuda a evitar la fatiga muscular. Por ello la ciencia del deporte de élite ha estudiado cómo mantener unos niveles de creatina adecuados durante el esfuerzo físico.
Bien, quizás se pregunte dónde puede obtener su cuerpo la creatina necesaria para cada día. Muchos deportistas (especialmente los culturistas) complementan sus niveles de creatina mediante suplementos dietéticos. La creatina puede mejorar su rendimiento físico, pero obviamente esta clase de dosis ha de realizarse bajo supervisión médica. Si usted no es un deportista de élite debería saber que la creatina se encuentra naturalmente en alimentos como la carne y sobretodo el pescado azul, con el arenque y el salmón a la cabeza. La verdura presenta niveles bajos de creatina, por lo que muchos veganos y vegetarianos acuden a los suplementos dietéticos para completar su ingesta de proteínas.
Dado que la creatina aumenta la resistencia es especialmente indicada si usted realiza deporte de forma habitual. Una dieta sana que incorpore 20 o 30 gramos de pescado azul a la semana podría bastar para mantener sus niveles de creatina en un nivel óptimo, pero de nuevo lo mejor sería consultar a su dietista o médico.