Las ampollas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y por múltiples causas. Una ampolla es una bolsa con líquido debajo de la piel. El líquido claro y acuoso dentro de la ampolla se denomina serosidad. Esta serosidad viene de los tejidos vecinos como reacción a la piel lastimada. Si la ampolla permanece cerrada, la serosidad brinda protección natural a la piel debajo de la ampolla. Las ampollas pequeñas se llaman vesículas. Aquellas más largas de media pulgada se llaman ampollas. Una ampolla de sangre está llena de sangre en vez de serosidad. Generalmente aparecen en los pies por utilizar calzados inadecuados o en las manos por realizar ciertos tipos de trabajos sin guantes. Sin embargo también pueden aparecer en la nariz, normalmente a consecuencia de un resfriado.
El resfriado común, catarro o resfrío es una enfermedad infecciosa viral leve del sistema respiratorio superior que afecta a personas de todas las edades. Entre los síntomas principales se cuentan estornudos, dolor de cabeza, ojos llorosos, tos, y a veces aparecen ampollas. En este artículo veremos algunos remedios caseros para tratar las ampollas.
Cuando aparece una ampolla lo más importante es mantener la zona limpia y seca, pues si se llega a romper puede infectarse y causar una condición más fuerte.
El aloe vera tiene numerosas propiedades beneficiosas para la salud, y además de conseguirse con relativa facilidad es muy económico, por lo que se convierte en uno de los ingredientes predilectos para elaborar remedios caseros. Para curar las ampollas solo necesitas cubrirlas con el gel del aloe vera hasta que sanen.
Se puede utilizar agracejo si la ampolla se infecta, pues tiene propiedades anti-bacteriales. Se hará una infusión con esta hierba y se limpiará la ampolla varias veces al día.
El ungüento de hypericum sirve para cicatrizar; limpiando y secando muy bien la zona, colocaremos el ungüento y cubriremos con una venda.