Hace más de tres siglos el gran científico Ingles, Isaac Newton, hizo un sinfín de descubrimientos que impulsaron a la humanidad a dar pasos agigantados, uno de sus mayores descubrimientos fue la refracción de la luz, con la ayuda de un prisma de vidrio descubrió que al hacer pasar la luz solar a través de éste, se descomponía en varios colores, en orden son: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, rosa añil y violeta. Al realizar este descubrimiento Newton le dio el título de descomposición de la luz blanca a este fenómeno.
Si bien Newton describió el fenómeno, la naturaleza ya lo había llevado a cabo millones de años antes cuando nació el planeta Tierra, a este fenómeno se le llama arco iris y ha sido fuente de inspiración de millones de personas, el arcoíris se forma después de una tormenta o una leve llovizna, las gotas de agua que flotan en la atmósfera juegan el papel del prisma de Newton, cuando la tormenta termina, los rayos de sol que ingresan por la atmósfera pasan a través de las pequeñas gotas de lluvia que flotan, descomponiendo la luz blanca del sol en los siete colores del arcoíris, formando un circulo de color en el cielo.
El experimento que llevó a cabo Newton es muy fácil de reproducir, incluso es uno de los más comunes en las escuelas de nivel medio superior cuando se está instruyendo a los estudiantes sobre óptica, simplemente se necesita salir a un patio abierto un día soleado y llevar un prisma en la mano, al ponerlo a la luz ésta se descompondrá y se reflejarán en el piso los siete colores limpios y definidos.