Las azaleas son un tipo de arbusto de flor que necesita ser podado de dos maneras diferentes y por razones distintas una de la otra. Es importante saber que la mejor época de poda es el invierno, para quitar todo lo malo, dando lugar a un buen florecimiento en primavera. Los dos tipos de podas son la poda de limpieza y la de floración.
La poda de limpieza se realiza preferentemente en invierno, como mencionamos con anterioridad y su fin es proveer volumen y un mejor crecimiento. En este tipo de poda, las azaleas se limpian, quitando todas las ramas que presenten cualquier tipo de problema. Es muy importante podar todos los elementos nombrados a continuación, ramas secas, rotas, muertas o enfermas; pedazos de ramas sin brotes y secos, llamados tacones; rebrotes en la raíz, llamados sierpes; ramas mal orientadas, cruzadas o enredadas; rebrotes mal situados o que afecten la estética del arbusto, como los que crecen en el pie de él; ramas sobresalientes, llamadas chupones; las flores marchitas o que hayan perdido su vigor y si lo prefiere, puede mejorar la forma, dándole una mejor apariencia.
El segundo tipo de poda, es la de floración. En ésta, es necesario cortar cada año todas las ramas dejando sólo dos o tres yemas laterales, o sea, hay que podar sobre la segunda o tercera yema contada desde su inserción. El fin de esta poda es detener el crecimiento frondoso de la rama, permitiendo que se produzcan dos brotes de flor en cada lugar donde se realizó un corte, brindando una apariencia más compacta y con mayor cantidad de flores.