Cuáles son los diferentes tipos de enzimas digestivas de proteína

La digestión de los alimentos ocurre gracias a la presencia y el trabajo de las enzimas digestivas. Del buen funcionamiento de estas moléculas dependen no solo los adecuados procesos de alimentación y nutrición, sino además la buena salud corporal y mental, de manera general.

Existen diferentes tipos de enzimas digestivas, cuya clasificación responde al tipo de sustancia sobre la que actúa, por lo que pueden coexistir millones de enzimas. No obstante, se pueden agrupar en tres conjuntos: las enzimas digestivas proteolíticas, que se emplean específicamente para digerir las proteínas, las enzimas digestivas lipasas, necesarias para el tratamiento de las grasas, y por último, las enzimas digestivas amilasas, imprescindibles para digerir los hidratos de carbono.

El resultado de los procesos digestivos gracias al trabajo de las enzimas, aporta al organismo una serie de nutrientes necesarios para su correcto desarrollo, como son los ácidos grasos y la glucosa. Si la labor de las enzimas digestivas se ve afectado por alguna razón, no se digieren completamente los alimentos, lo que provoca procesos de putrefacción y fermentación de la materia restante a nivel intestinal, así como también aumenta la presencia de agentes patógenos en detrimento de la necesaria multiplicación de la flora bacteriana beneficiosa.

Digestión demasiado lenta y con sensación de pesadez, malnutrición, problemas para defecar, gases estomacales, fetidez bucal y obesidad, son varias de las principales afectaciones que pueden surgir ante el trabajo defectuoso de las enzimas digestivas.

Estas moléculas se originan normalmente en el interior de las células que conforman algunas zonas como la boca, el estómago y el intestino delgado, ubicados en las glándulas anejas y el tubo digestivo, sin embargo, también son introducidas en el organismo junto con los alimentos.

Los investigadores coinciden en la importancia de consumir productos que contengan enzimas digestivas, por desgracia el calor las destruye, y los alimentos crudos como frutas y vegetales son tratados cada vez con más frecuencia con productos que eliminan la presencia de enzimas.

Los beneficios producidos por el consumo de enzimas no se reducen al ámbito digestivo, sino que pueden influir de manera beneficiosa en los procesos antiinflamatorios, contra las alergias, en el tratamiento de las várices y algunos padecimientos virales como catarros pues ayuda al sistema inmunológico a destruir la capa que protege al virus. Varias frutas como la piña y la papaya son fuentes importantes de enzimas por lo que su consumo se convierte casi en una práctica obligada para las personas que pretendan ajustarse a un estilo de alimentación más sano.

 

 

 

 

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/28/2013