Con el término “ampelopsis” se define una planta ornamental trepadora originaria del extremo Oriente (Japón y China). A nivel popular es conocida con una gran variedad de nombres, entre ellos hiedra japonesa, parra virgen o de Virginia, enamoradas del muro. Pertenece a la familia de las Vitáceas y destaca por el color de sus hoja que en otoño, antes de caer, adquieren tonos rojizos muy intensos y agradables. Además se desarrolla rápidamente y gracias a un particular adhesivo secreto por la planta sus zarcillos se pueden fijar en los muros sin dañarlos. Flores y frutos son muy pequeños y no tienen valor ornamental. Puede vivir también en vaso. Para lograr un desarrollo más rápido es importante que la tierra sea bien fertilizada y drenada.
La ampelopsis además es muy resistente a las variaciones de temperatura, soportando inviernos con más de 10 grados bajo el cero y veranos calurosos. No teme el sol y no precisa de irrigación abundante, se adapta bien a muchas condiciones distintas. Pese a su resistencia, la ampelopsis puede quedar expuesta al ataque de parásitos como cualquier planta ornamental, por lo cual precisa de controles periódicos para asegurarse de su buen estado. Entre los parásitos más comunes señalamos las arañas rojas, la cochinillas, las caracoles, las babosas, las orugas y los pulgones.
Otras plagas son las enfermedades ocasionadas por distintos hongos y microorganismos. Entre esta enfermedades las más conocidas son el oidio, la podredumbre gris, el mildiu. Pueden ocasionar daños serios a la ampelopsis arruinando sus hojas con manchas y desgastes de vario tipo. Para cada uno de estos casos se puede intervenir con productos específicos para salvaguardar la ampelopsis.