La actividad inconsciente durante las horas de sueño, así como la amplia gama de trastornos que aparecen durante esta actividad humana, constituyen un área científica de interés para muchos investigadores. Algunos han intentado abordar el significado de los sueños mediante el estudio psicológico de sus pacientes, mientras que otros, más orientados a la ciencia exactas y las explicaciones racionales de los fenómenos se han dado a la tarea de explicar el estado de sueño a partir de las evidencias físicas y neurológicas del mismo.
Con tal sentido es que fue creado el instrumento conocido como actímetro, que se emplea principalmente en las investigaciones vinculadas a la actividad del hombre durante el estado de inconsciencia.
Este artefacto es pequeño, del tamaño y la forma de una pulsera que la persona se coloca en la muñeca, y así puede usarlo también en casa, donde los resultados son mucho más confiables. El actímetro se compone de un acelerómetro y una memoria, entre ambos se ocupan de registrar las acciones del sujeto estudiado durante un período de tiempo que puede extenderse desde una semana hasta todo un mes.
Gracias a las actigrafías es posible medir los parámetros de latencia de sueño, eficiencia del sueño y tiempo total del sueño. Para ninguno de estos patrones existe un estándar en los textos especializados, debido a que este tipo de estudios es bastante reciente.
Estas investigaciones posibilitan el estudio de un grupo numeroso de patologías del sueño, tales como la apnea-hipopnea nocturna, que se refiere a episodios nocturnos de obstrucción de la vía aérea superior, el síndrome de las piernas inquietas, el insomnio y los movimientos durante el sueño, así como también permite conocer los efectos de los fármacos para dormir en las personas que los consumen.
Vale aclarar que es una prueba sumamente noble y en ninguna medida invasiva, su aplicación se reduce de manera exclusiva al monitoreo de las señales y la información que transmite el actímetro.