Qué es la viscosidad de la sangre

En biofísica, se entiende por viscosidad a la oposición o resistencia de un fluido a cambiar de forma por la atracción mutua de sus moléculas. Todos los fluidos conocidos (tanto gases como líquidos) tienen algo de viscosidad, el único que no la tiene es el llamado fluido ideal que sirve de modelo. La viscosidad solo se manifiesta en fluidos en movimiento, cuando los fluidos están en reposo adoptan una forma en la que no actúan las fuerzas tangenciales. La viscosidad se mide mediante un parámetro dependiente de la temperatura llamado coeficiente de viscosidad, que puede ser dinámico o cinemático.

La viscosidad de la sangre es, por tanto, la oposición que ésta ofrece a cambiar de forma por la atracción mutua de sus moléculas. El valor no es constante, en los vasos sanguíneos pequeños, donde hay mayor resistencia, no es igual que en los vasos grandes. También influye la velocidad del flujo, cuando disminuye la velocidad, la viscosidad aumenta.

Otro factor que afecta a la viscosidad de la sangre es la concentración y los tipos de proteínas que hay en el plasma. Aumenta con el aumento de las proteínas. Una sangre más viscosa necesita una mayor presión sanguínea para moverse. Además, una alta viscosidad predispone a la formación de coágulos sanguíneos.

En general, podría decirse que la viscosidad de la sangre es de entre tres y cinco veces mayor que la del agua, en situaciones no patológicas. La viscosidad del plasma es de aproximadamente una vez y media la del plasma.

 

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/10/2013