Los cartuchos Kodak 10 son comunes a diversos modelos de impresoras Kodak. Como todos sabemos, el verdadero negocio de las impresoras –caseras o no- es la venta de repuestos de cartuchos, cuyos precios unitarios casi nunca descienden de 15 dólares.
Pero si consigues la tinta –siempre saldrá más barata a la larga- y unas jeringuillas de desecho, podrás rellenar tus cartuchos repetidamente. Este es el procedimiento.
- Primero extiende sobre la mesa de trabajo un par de periódicos a manera de mantel protector contra vertidos de tinta, que suelen ser comunes en los primeros intentos.
- Apaga la impresora y extrae los cartuchos según se indica en la contratapa.
- Abre un pequeño orificio con un punzón o barreno muy fino en la parte superior del cartucho, justo donde aparece la letra “K”. En el caso de cartuchos multicolores, las pequeñas cámaras contenedoras están también en la parte superior del cartucho. Identifica el color de cada una mediante la inserción de un palillo dental.
- Carga la jeringuilla con la tinta según la cámara a rellenar, nunca excediendo los 15 ml y pasa la aguja por los orificios realizados.
- Puedes inyectar la tinta lentamente en la esponja interior del cartucho, pero un método más efectivo –aunque más lento- es sacar el émbolo toda vez insertada la aguja y dejar que la tinta gotee lentamente empujada por la presión atmosférica.
- Repite este procedimiento para cada cámara y cartucho, lavando bien la jeringuilla o cambiándola cuando rellenes colores diferentes.