El patinado puede utilizarse sobre todo tipo de materiales como cerámica, yeso, madera, hierro, etc., para decorarlos, consistiéndo la técnica en poner una pátina para darle al material un terminado decorativo que aparente añejo y gastado, siendo una manera de imitar el envejecimiento natural, pero de forma artificial, aunque con un buen aspecto estético.
La técnica de patinado aplicado a un mueble busca acentuar los ínfimos defectos de la madera, como las grietas, relieves, hendiduras y huecos, para lo que requerirá materiales como un sellador base (el cual lo utilizará si es que el material lo requiere), algodón o paño, pintura para patina, betún de judea y una brocha.
Patinando la madera
La madera por ser un material poroso, necesita recibir una base del sellador para que le permita una absorción gradual y lenta de la pintura de patina y que ella haga su trabajo.
Luego debe procederse a preparar la pintura de patina con el color que quiere obtener. Para ello se mezcla la pintura con una porción de óleo y una porción de tiza de color en polvo para conseguir el tono que va a emplear. Finalmente se procede a pintar en áreas reducidas para poder obtener el efecto pasándole el paño o algodón, antes que la pintura quede seca.
Finalizando, utilizará el algodón o trapo se procede a retirar la pintura, dejando que los huecos, relieves, grietas y hendiduras se llenen de la pintura de color. Retirando o quitando más o menos pintura se puede lograr diferentes efectos, y para conseguir que las marcas queden en algún lugar determinado se logra haciendo más o menos presión en la zona donde desea la marca.