Las personas en tiempos de crisis tenemos que pensar en ahorrar el dinero y usarlo con cabeza. No podemos gastar en tonterías y tenemos que adaptarnos a lo que tenemos. Lo principal es cubrir nuestras necesidades básicas: alimentarnos, cuidarnos, vestirnos… Y luego ocuparnos de otras cosas que quedan en segundo lugar.
Para empezar no debemos comprar caprichos. En cuanto a comida debemos organizarnos un poco, es decir, saber que es más caro y más barato a la hora de cocinar. Por ejemplo, las legumbres son más baratas y los fritos más caros. Si hay niños, no les hará mucha gracia comer muchas legumbres a la semana por eso se pueden comer en días alternos y ahorrar la mitad de la semana. En el resto de cosas debemos seguir algunos consejos.
Si queremos comprar ropa u otros productos debemos saber cuándo y dónde. Si no es algo que necesitemos comprar ya, podemos esperarnos a los períodos de rebajas y veremos cómo nuestro bolsillo nos lo agradece. Sin embargo, pese a que compremos en rebajas debemos tener cuidado y no comprar cosas que no necesitemos. Para esto, es útil llevar una lista y no comprar cosas que no estén en ella. También debemos examinar los productos que compramos, ya que por ser rebajados no debemos comprar productos de mala calidad.
Si compramos algo que sea de mala calidad, por muy barato que sea, a la larga no será rentable y lo barato saldrá caro. Es importante guardar los tickets por si queremos devolver lo que compramos y saber cuáles son nuestros derechos como consumidor.