La tarjeta Master Card supone un método de pago cómodo para todos aquellos que quieran viajar, hacer transferencias por internet o simplemente ir sin dinero en efectivo cuando van de compras, y por eso se perfila como una alternativa muy segura a llevar grandes sumas de dinero encima.
Si queremos una Master Card debemos ir a nuestro banco habitual y preguntar si es el tipo de tarjeta que ellos ofrecen, ya que existen otras empresas que dan servicios similares, si este es el caso solo tenemos que solicitar la tarjeta y esperar a que nos entreguen el soporte físico así como el número PIN, que nos asegurará unas compras totalmente libres de robos de ningún tipo.
Cuando queramos, por ejemplo, realizar una compra a través de internet solamente tenemos que buscar el producto deseado, asegurarnos de que realmente lo queremos y de que la página es de fiar apoyándonos en opiniones de otros usuarios que hayan comprado antes, y escoger la opción de pago a través de nuestra tarjeta Master Card. Entonces habrá llegado el momento de introducir todos los datos, los nuestros y los de la tarjeta. La tarjeta tendrá un formato de dieciséis dígitos, además de la fecha y el CVV, que es un número de tres cifras impreso en la parte trasera de la propia tarjeta.
También debemos asegurarnos de que ponemos nuestra dirección correctamente, o de lo contrario no nos llegarán los productos adquiridos. En caso de que nos roben la tarjeta o cometamos algún tipo de error podríamos solicitar que se nos devuelva el importe de la transferencia, para ello en nuestras oficinas bancarias disponen de unos impresos de solicitud de devolución en los que explicar qué problema hemos tenido.