Cómo pedir disculpas en la pareja

Reconocer errores es fundamental en todos los aspectos de la vida social, como así también de la convivencia armónica con uno mismo. Por trillada que se encuentre la frase, de los errores se aprende y reconociéndolos se evitan malestares innecesarios casi siempre injustificados.

En una pareja se supone que los dos componentes se eligen mutuamente y confían en su compañero o compañera. Se aman y respetan, no admiten que nada interrumpa su bienestar y si algo amenaza su vida en común o a alguno de ellos, no dudarán en combatir juntos ese peligro ajeno a ellos. Una pareja bien cerrada sobre sí misma resistirá los embates de cualquier factor externo que intente hacer daño, pero difícilmente cuenten con las herramientas necesarias para resolver malestares que involucren a ambos. Y aunque la pareja es esencialmente una situación de sinergia, donde la combinación de energías individuales arroja como resultado algo superior a las partes que individualmente la componen, hay situaciones en que ese funcionamiento se atrofia o pervierte.

Pedir disculpas en la pareja debería ser tan natural como todo lo que las dos personas que la forman hacen conjuntamente. Crecimos en una sociedad en la que pedir disculpas parece una demostración de falta de amor propio o un signo de debilidad. Pues bien, resulta primordial quitar ese pensamiento de la mente. Nadie es mejor persona por no reconocer sus errores y disculparse. Por el contrario, el alcanzar un mismo código comunicativo abre las puertas a un diálogo transparente y sincero.

Mencionado lo anterior, la mejor forma de pedir disculpas es pedirlas a tiempo. Hay momentos posteriores a una discusión en los que ninguno soporta la tensión que ha crecido en el ambiente. En esos casos puede ser que lo mejor sea distanciarse físicamente unos momentos para replantearse posibles equivocaciones de cada uno. En esos momentos, más importante que centrarse en la herida sobre el yo de la cada uno es mejor ponerse en el lugar del otro y pensar cómo habrá recibido aquello que ha salido de nuestra boca.

Cuando las disculpas no aparecen como corolario de una discusión sino de errores cometidos por uno de los dos miembros, entonces quien de ellos se haya equivocado debe tener la capacidad de asumir su error, y quien deba recibir el pedido de disculpas la virtud de saber perdonar.

No olvidar que la pareja tiene un fin que trasciende y atraviesa cualquier tipo de malestar pasajero que, como una tormenta de verano, azota durante algunas horas para luego buscar su rumbo en otra parte. Todos los seres humanos que habitan este planeta se equivocan. Aprender a pedir disculpas en la pareja es el comienzo de la unión.

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Categorias: Vida social
Ultima modificación: 08/05/2012