Los ainos son un grupo étnico habitante de las remotas islas de Sajalín, Hokkaido y Kuriles, habitan en Japón muy cerca de Mongolia, sin embargo se desconoce el momento de su origen o su llegada. Para el año 1958 la población total era de apenas 3,500 individuos aproximadamente; el grupo se autodenomino ainos, que en su lengua natal significa “hombre”. Los individuos pertenecientes a los ainos son de rasgos caucásicos, alcanzan la estatura promedio de apenas 1.5 m., tienen piel blanca, pilosidad sumamente desarrollada que es considerada muy estética, las extremidades son largas en comparación con el torso y en el mesocéfalo poseen arcos superciliares sumamente desarrollados.
Su lengua aún no ha sido estudiada a fondo y pareciera no tener relación con ninguna otra lengua en el mundo, debido a esto es difícil conocer sus costumbres, pocas personas han sido aceptadas para explorar a fondo sus rituales. El alimento lo consiguen gracias a la pesca y a la caza, actividad para la cual son muy hábiles, al igual que fabricando sus propias armas como arpones, reclamos, trampas de cuerda, etc. Guardan extrema relación con los animales y suelen ser acompañados por perros a la cacería.
Habitan en chozas de bálagos y cañas, en el centro del hogar se construye un pozo que sirve como horno en donde encienden madera por medio de frotación, el único mobiliario dentro del hogar son hamacas y se alimentan en vasijas talladas en madera por ellos mismo. Se organizan en familias lideradas por un solo representante elegido por herencia, son de costumbres monogámicas y se guían por los consejos de ancianos y sabios.