El fútbol, sin duda, se trata de uno de los deportes más multitudinarios que existen. Las reglas del juego casi todo el mundo las conoce. Se necesitan 22 jugadores (11 por equipo), dos porterías y, cómo no, un balón de fútbol. Para la disputa de partidos oficiales es necesario que el balón tenga un peso estándar.
Su peso debe ir de los 410 y 450 gramos para un balón reglamentario. Pero no es lo único que está estandarizado, ya que debe estar hecho de cuero, tener una presión de entre 0,6 y 1,1 atmósferas. Además su perímetro no puede superar los setenta centímetros.
Los balones que se emplean en la actualidad en cuanto a peso y tamaño, son los mismos que comenzaron a utilizarse en 1970 durante el Mundial de México. Aquella pelota ya estaba realizada en cuero, en concreto con 32 piezas cosidas entre ellas. En aquellos años se decidió también que su color fuera blanco y negro, para facilitar su visión por los espectadores.
Los orígenes de las pelotas no son muy cercanos, hay que remontarnos al siglo IV a.c para tener las primeras referencias, y las encontramos en China. Aunque este primer balón, según demuestran los estudios, no fue utilizado para ningún tipo de actividad deportiva, más bien todo lo contrario, ya que servía para entrenar a las tropas.
Quienes sí utilizaban los balones para juegos fueron tanto los aztecas, como romanos y egipcios. Así que como ves, los deportes en los que se usaban pelotas no son recientes ya que hay que remontarse muchos siglos atrás para encontrar los primeros juegos de balón.