Cómo hacer un disfraz de la libelula

¿Es un pájaro? ¿Es un helicóptero? No, el niño mira con atención cómo la libélula se desplaza con suma habilidad y pericia sobre los juncos de la ribera. De todos los insectos voladores, sin duda es éste el que más admiración provoca por su estilizado perfil y la rotundidad de su forma de volar. Pero,¿seremos capaces de fabricar un disfraz que sea fidedigno a su imagen?

Los materiales necesarios no son caros ni difíciles de conseguir: cartón, tijeras, cinta adhesiva, tiras de tela, velcro, hilo y utensilios de costura, 4 perchas para la estructura de las alas, terciopelo o felpa, material para relleno, pasamontañas, gasa, pegamento, pintura metálica en aerosol, laca y brillo o barniz.

La forma de realizar el disfraz consiste en realizar el perfil del cuerpo del insecto sobre dos planchas, que debe tener una longitud similar a la distancia desde nuestra clavícula a los tobillos. Uniremos con tiras de tela ambas partes, de forma que se sostengan sobre los hombros. Para fijar mejor el disfraz, uniremos con tiras de tela rematadas en velcro varios puntos del cuerpo. El acabado metálico de la libñelula podemos conseguirlo pulverizando la pintura metalizada tras haber pintado el cartón de color azul, violeta o verde.

Las alas podemos configurarlas a partir de las perchas de alambre, que adaptaremos a la forma de un óvalo tras recortar el extremo en forma de gancho. La estructura se cubre con gasa o con plástico transparente. Un acabado de brillo permite que luzcan de forma más realista.

Las alas deben fijarse en el cuerpo de libélula que corresponde a nuestra espalda.Para evitar que se ve el modo en que se anclaron, pegaremos un trozo de terciopelo o felpa dejando un espacio para rellenar con harapos o papel arrugado. Así conseguiremos que se parezca más al original.

El detalle final será ponernos un pasamontañas en la cara y unas gafas de esquí.

 

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Categorias: Disfraces
Ultima modificación: 12/21/2012