Cómo hacer un disfraz de niña del exorcista para Halloween

Un disfraz de niña del exorcista implicará en quien lo lleve las enormes ganas de ser como ella durante un día, imitar todos sus movimientos, su locura y sus gritos asustando a todo el mundo en esa maravillosa noche de Halloween. Como todos sabemos, la niña del exorcista era una chica poseída que gritaba e incluso daba vueltas a su cabeza mientras saltaba, atada por su propia seguridad, sobre la cama.

Para imitarla podemos recurrir a esa imagen mítica tirada en la cama atada y tratando de librarse de las cuerdas que la apresaban para evitar que, por ejemplo, corretease por el techo. Como sería algo difícil llevarnos un colchón completo de fiesta, será bastante más cómodo utilizar un cojín grande blanco, que recuerde a un colchón pero no pese tanto ni sea tan grande. A este cojín le tenemos que atar unas enormes cuerdas que lleguen a las extremidades de la niña del exorcista, que irá vestida con un pijama también blanco y maquillada con un claro contraste entre tonos negros y blancos en su cara. Los tonos negros del maquillaje tenderán a destacar las ojeras, los labios o ciertas manchas resultado inequívoco de los golpes que se haya llevado en su violento trance.

El pelo también tiene que ser lo más liso posible y muy negro, dando un aspecto macabro a la niña, y esta tendrá que gritar como si estuviera poseída durante toda la noche, haciendo movimientos muy bruscos pero tratando, lógicamente, de no dañar a nadie con los espasmos.

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Categorias: Disfraces
Ultima modificación: 10/16/2012