Si quieres disfrazar a tu mascota para Halloween, puedes hacer o bien disfraces sencillos o bien complejos para el placer de tu canino. Solo asegúrate de que esté seguro. No le pongas nada que pueda llegar a ser doloroso o que pueda provocar que se tropiece o se caiga. No cubras sus ojos ya que necesita ver por dónde va.
Si piensas sacarlo, asegúrate de que esté acompañado de un adulto. No lo lleves a fiestas, a lugares llenos de gente o a otras actividades que puedan llegar a asustarlo. Una sábana blanca con agujeros para los ojos rápidamente convierte a tu amigo de cuatro patas en un fantasma. Un trozo de tela roja también puede ser un disfraz de un superhéroe o bien un poco de tela negra puede ser la capa de un vampiro. Combínala con un birrete, ponle unos anteojos sin cristales y ya tienes un estudiante.
Una capa negra también puede convertir a tu animal en el Zorro si le pones una máscara del mismo color. Tan solo necesitas un poco más de tela con agujeros para los ojos. Para darle un toque más al disfraz, puedes conseguir un sombrero. Con una capa blanca y un pedazo de oropel de Navidad ya tienes una aureola para convertir a tu mascota en un angelito.
Tu perro puede rápidamente convertirse en un vaquero si le atas una banda alrededor de su cuello y un sombrero. Coloca un poco de elástico para ayudar a que no se caiga. Utiliza algo de gasa rosa o azul (o hasta roja) y convierte a tu perro en un miembro de un harén. Parte del material que vaya para una pollera larga y un velo.
Usando el mismo concepto y algo blanco, entonces puedes convertirlo en una novia. Haz que se vea como un rey o una reina. Toma un material lindo rojo o violeta y cósele o pégale un collar blanco. Haz una corona de cartón y píntala con un rociador de dorado o encuentra una pequeña corona de plástico a bajo costo en una tienda de artesanías. Utiliza elástico para que no se caiga.