Hongos nasales peligrosos

La nariz es el punto de contacto del sistema respiratorio con el exterior, por lo que en todo momento está expuesta a los microorganismos ambientales, entre ellos los hongos.

Y aunque este órgano está especialmente diseñado para filtrar y destruir tales amenazas –vellosidades, mucosidad, estornudos y proteínas inmunológicas-, a veces falla el sistema y los patógenos logran reproducirse con éxito.

Entre los síntomas de hongos en la nariz están el taponamiento permanente, el goteo de fluido mucoso, el enrojecimiento frecuente de la garganta y la fiebre.

Cuando acuda al médico le será ordenada una radiografía de las cavidades sinusoides para constatar algún tipo de bloqueo nasal. Un cultivo de nariz determinará con certeza si existe alguna afección fúngica.

Toda vez diagnosticado el tipo de hongo y categorizado en alérgico, no invasivo o invasivo, el tratamiento será establecido de inmediato.

En buena parte de los casos no resulta suficiente el uso de corticoesteroides orales, por lo que una cirugía endoscópica es imprescindible casi siempre.

Consiste en la inserción no incisiva de un endoscopio en los cuerpos nasales con anestesia local, siendo sus resultados de inmediato percibidos. Con posterioridad deberá seguirse un tratamiento de largo plazo a base de antimicóticos y corticoesteroides para evitar las recidivas.

En los casos más graves –infección fúngica invasiva- los hongos atacan los tejidos adyacentes, los huesos e incluso el cerebro del paciente, siendo letales hasta en un 50% de los casos. Afortunadamente, estos casos son muy raros.

La prevención de los hongos nasales pasa por el control permanente de las alergias, las condiciones de vida higiénicas y el mantenimiento de un saludable sistema inmunológico mediante una nutrición correcta y un estilo de vida adecuado.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 06/15/2012