Un comedón cerrado, también conocido como barro o espinilla, es una forma de acné. Por lo regular, un comedón cerrado se forma cuando un poro de la piel se llena de células cutáneas muertas, de exceso de aceite y de bacterias, y ello conlleva a la inflamación del poro. Como resultado de la inflamación, el poro se llena de pus y forma un barro de color blanco bajo la piel.
El barro es causado por un tipo de bacteria llamada P. Acnes que habita en la piel y se alimenta de los aceites naturales de ésta. Las células cutáneas se generan en el folículo y posteriormente se trasladaron a los poros. El acné se desarrolla cuando el poro se tapa con células muertas que quedan atrapadas dentro del poro, y en consecuencia atrapa al aceite y permite la proliferación de bacterias. Un comedón cerrado se presenta cuando el folículo se bloquea completamente, únicamente con una entrada de aire microscópica, y por lo tanto el material infeccioso queda atrapado en el poro.
En algunos casos los comedones cerrados pueden desarrollar otras formas más severas de acné, las cuales incluyen pústulas y pápulas. Las pústulas son pequeños abscesos en la piel que se desarrollan en donde se localiza el comedón cerrado, y están llenas de grandes cantidades de pus. Pueden desarrollarse en la superficie de la piel o al interior del poro, lo cual produce formas aún más severas de acné. Las pápulas están llenas de material sólido que no puede ser extraído y producen una hinchazón y un enrojecimiento en donde se encuentra el comedón cerrado. Tanto las pápulas como las pústulas son formas severas de acné que pueden producir cicatrices y daños en la piel.