Para ahorrar dinero a cualquier edad primero hay que disponer de él en la cantidad suficiente. Pero si ese es el caso, comenzar a ahorrar desde muy joven podría representar la diferencia en la vida futura de una persona.
Quizá el mejor regalo para un recién nacido sea una cuenta en el banco. Imaginen que unos diez mil dólares, con una ganancia a plazo fijo de un 6% anual, se convertirían en 22600 cuando el muchacho arribe a los 21 años. Un regalo nada despreciable, si se asume con la idea de invertirlo de alguna manera.
Tal vez poner el dinero en acciones de una corporación aparentemente segura pudiera rendir beneficios sorprendentes en muy poco tiempo, pero al igual que en los fondos de inversión y otros negocios de alto riesgo, la inseguridad también es mayor.
Durante la juventud no suele contarse con mucho dinero, sin embargo muchos jóvenes combinan los estudios con algún tipo de trabajo, a veces bastante lucrativo.
Una fuente importante de ahorro es la reducción de los gastos personales. Cuando se es joven resulta difícil ahorrar, pero con tenacidad y paciencia pueden crecer las arcas de manera a veces sorprendente.
Quizá al final todo sirva apenas para pagar la deuda de los estudios, pero aun así, habrá valido la pena comenzar la vida laboral libre de compromisos financieros.