Cuando se conoce el estado emocional de la persona resulta menos complicado aproximarse a ella. La descripción de las emociones es una habilidad que indica cuándo, o si, se debe acercarse a una persona. Para describir las emociones de un hombre se debe estar atento a su actitud, tono de voz y expresiones faciales. Se debe aprender a escuchar los argumentos emitidos velozmente acompañados por una risa más alta que de costumbre; estas señales son características de emociones exaltadas. Un hombre con dichas características es más fácilmente tratable y consecuentemente más abierto a realizar negociaciones.
Un adjetivo que describe una emoción es la ansiedad. Es el deseo intensivo e inmediato por algo. Por ejemplo, después de emitir una solicitud de ingreso a un colegio, una persona siempre piensa en recibir una carta de aceptación. Constantemente revisa su correo o pregunta a sus padres si ha recibido alguna carta. Después de observar en el correo y darse cuenta que no hay nada, probablemente quiera echar otro vistazo para asegurar que realmente no hay nada. Éste es un ejemplo de la ansiedad. Dicha persona está enfocada en lo que desea, y piensa en ello constantemente.
Alivio. El alivio es un sentimiento que degrada el dolor o el peligro previamente experimentado, permitiéndole a la persona sentirse alegre y relajada. Cuando se ha experimentado un dolor por un amplio período de tiempo, tratándose de un dolor físico, y se visita al médico y él receta analgésicos, una tranquilidad surge al experimentar el cese del dolor. Dicha sensación se expulsa de la mente y la mente puede ocuparse de otras cosas. A eso se le llama alivio.
Enojo. El enojo se experimenta al ser lastimado o cuando se espera ser dañado. Las emociones se encuentran tan perturbadas que se es incapaz de enfocar la atención en otra cosa que no sean los problemas.
Felicidad. Experimentar felicidad es experimentar alegría y motivación que conllevan a sonreír. No importa si se experimenta al estar solos o acompañados, se es positivo y optimista acerca del futuro. El mundo se percibe de una manera agradable y se experimenta un deseo de que dicha emoción dure por siempre.