Una de las más numerosas inmigraciones de personas de origen polaco en los Estados Unidos aconteció en la segunda mitad de los años 1800s, y con ellos vinieron además del idioma también su rica tradición cultural y religiosa, que fueron paulatinamente estableciéndose en los territorios ubicados en el Medio Oeste, Noreste y entre otras ciudades más en los Estados Unidos.
Con respecto a sus ropas, era muy difícil diferenciarlos de los otros inmigrantes provenientes de Rusia y Alemania, los cuales fueron países cuyos habitantes a su vez ocuparon lo que es la Polonia de hoy.
De acuerdo a fuentes de historiadores de la Isla Ellis, éstos inmigrantes eran de escasos recursos o ya en estados de pobreza, con poca o casi nula educación y en muchas ocasiones sin trabajo, razones por las cuales una gran cantidad de ellos decidió mudarse a los Estados Unidos para crearse un futuro mejor en un ambiente en donde no había opresión, algunos emigraron con la idea de quedarse y otros con la idea volver a Polonia con ya un poco de capital logrado en el nuevo país e invertirlo en su país de origen.
Muchos de ellos trajeron en su largo viaje a sus familias enteras quienes trabajaban apenas llegaban al nuevo continente y usaban la misma ropa de trabajo que utilizaban en su antiguo hogar, las cuales eran generalmente faldas sencillas, jaquetas, blusas o camisas claras y pantalones oscuros. Incluso algunas mujeres ya de edad utilizaban una bufanda alrededor de sus cabezas al estilo de la babushka rusa y los hombres algunas veces capas y sombreros.
En el caso de los niños sus vestimentas eran tan solo una versión más pequeña del diseño de la ropa de los adultos.
Hubieron casos de algunos inmigrantes polacos quienes tenían mejor educación y quizás algo más de dinero que sus otros pares. Éstos igualmente eran muy sencillos en su vestir, aunque la calidad sus ropas tendían a ser un poco mejor. Lo mismo en el caso de las mujeres.
Entre sus costumbres musicales estaban los tradicionales folclores polacos en los que podían verse y escucharse danzas y músicas muy alegres acompañados de trajes alegóricos muy coloridos.