Los hámsteres son mascotas muy populares ya que resultan muy simpáticos. Además se adaptan muy bien a la cautividad y sus cuidados no exigen mucho trabajo, pero aun así hay que tener en cuenta algunos patrones para mantener a nuestra mascota en un perfecto estado saludable.
Para que el hámster viva cómodo habrá que adquirir una jaula especialmente diseñada para estos roedores, cuidando de que sea amplia para que el hámster se pueda mover con facilidad. El suelo deberá estar cubierto de aserrín, poseer un bebedero fijo y un comedero. Para que el roedor realice sus ejercicios habrá que colocar también una rueda. En los días de calor asegúrate de poner un bebedero más grande.
La higiene también es muy importante. Aunque el hámster sea un animal muy limpio que cuida de su pelaje hay que preocuparse de limpiar la jaula al menos una o dos veces por semana, retirando heces y restos de comida para después lavarla con agua, jabón y un cepillo suave, prestando atención en las esquinas. Luego se enjuaga. Todos los días hay que cambiar el agua del bebedero y cada dos días limpiar a fondo el comedero.
Aunque se cuide su pelaje conviene cepillar al hámster de vez en cuando. También hay que cortarle las uñas cada tanto. Lo mejor es acudir a personal especializado si no lo hemos hecho nunca. Una vez al mes habrá que desinfectar su jaula para evitar la aparición de parásitos.
Toda mascota depende de sus dueños para sobrevivir y tener un buen estado de salud. La idea de traer un animal al hogar es que nos sirvan de compañía y viceversa. Si no los cuidamos y comienzan a sufrir, no solo corren el riesgo de morir por nuestra imprudencia, sino también se pueden volver agresivos.