Las mariposas tienen cuatro alas que están unidas al tórax. Estas salas no están unidas una con otra, sin embargo se mueven juntas cuando la mariposa vuela. La mariposa tiene músculos fuertes localizados en el tórax que le permiten a las salas empujar el aire hacia arriba y hacia abajo en un movimiento similar al de un helicóptero o el de un aeroplano de hélice.
Cuando las mariposas se encuentran en vuelo, sus alas se mueven dibujando una figura que simula un número ocho. Además, los científicos han encontrado lo que parece ser un vórtice en la orilla frontal de las salas de una mariposa cuando se encuentran en movimiento. Esto es el giro del aire que le da a la mariposa la habilidad de golpear sus alas contra el viento de una manera más fuerte de lo que las aves pueden hacerlo.
Un dato interesante acerca de las mariposas es que parecen empujar más aire con sus alas de lo que realmente necesitan para permanecer en el aire. Esta fuerza extra las hace revolotear por el aire más que planear en una línea estable como lo hacen otros insectos. Los científicos creen que esta fuerza extra sobre el aire hace que sea más difícil para las mariposas ser vistas y por lo tanto, atrapadas por sus presas. Las mariposas usan el aire de los golpes efectuados por sus salas de un vuelo previo para ejecutar el siguiente golpe con las alas, un proceso muy parecido al de reciclar la energía del viento.